Desde que se declaró la peste porcina en agosto del 2018 en China, la enfermedad ya se había propagado rápidamente y miles de millones de cerdos se sacrificaron; el mercado internacional se ha desequilibrado por la fuerte demanda de China y el altísimo incremento de las importaciones y del precio, que ha llegado a un 137% de su valor hace un año.
Paralelamente, en Polonia desde el 2014 han declarado casos de PPA al este del país, pero desde el mes pasado se está propagando hacia el oeste y se acerca amenazante a Alemania poniendo en grave peligro al mayor productor de carne de porcino en Europa donde se están construyendo vallas protectoras que impidan el paso de cerdos salvajes.